martes, 3 de junio de 2008

Malditos abusivos

Me molesta la gente abusiva, esa gente que consumen compulsivamente las cosas que se han comprado para utilidad de todos (azúcar, crema para café, papel, etc) y están en la estúpida creencia de que pueden disponer de todo para si mismos, que todos les pertenece y que se merecen todas las cosas y los favores de las demás personas solo por ser ellos mismos, los que se brincan lugares las filas, los que abusan de la cortesía de los demás y van de visita y quieren que les sirvan como reyes y no ayudan en nada, (yo siempre que visito a alguien aunque sea su casa, trato de ayudarle en la medida de lo posible, que muy bien se lo engorroso que es tratar de ser un buen anfitrión, además no llego con las manos vacías), me molesta la gente a la que prestas un favor por cortesía, amabilidad o lastima y creen que estas obligado a hacerle favores permanentemente, me molesta la gente que te pide dinero y nunca te paga, me molesta la gente que pone música fuerte a altas horas de la noche y no te deja dormir, me molestan los estúpidos que tocan el claxon de coche como si con eso los vehículos de adelante despejaran el camino por arte de magia o empezaran a flotar, me molesta la gente que levanta la voz cada vez que le niegan algo y creen que así lo conseguirán, me molestan los ineptos del trabajo que pretenden que les hagas el trabajo, o que constantemente te piden que les ayuden a resolver sus problemas y luego les pides ayuda y no te hacen ningún favor.

Pero sobre todos estos idiotas, están aquellos a los que te ruegan para que les prestes un libro que debieron haber comprado hace dos cursos para sacar unas copias, y que tu no quieres prestar porque de ahí vas a sacar un trabajo importante para entregar el martes siguiente, pero accedes porque prometen sobre la tumba de su madre que te lo entregaran el lunes para que tu puedas trabajar y cuando llega el lunes no lo trajeron porque “pensaron” haber entendido que lo ocupabas el ¡MIÉRCOLES!

Carlos maldito imbécil vete a la mierda, cabrón, huevón, paria, si vergüenza y bueno para nada, pero ante de que te vayas a ese hoyo oscuro y mal oliente del que saliste devuelve el libro, no vayas a resultar ratero también.

Este engendro infernal, logro lo que nadie, acabo con mi paciencia y mira que tengo hasta para regalarle a Gandhi. ¡Que coraje! Por su ineptitud compulsiva nos mete en problemas a todos, pero se acabo, esta fue su ultima vez, que se rasque con sus uñas.

No hay comentarios: