El viernes estuvimos en una reunión en casa de mis padres donde conocimos a la que será la suegra de mi hermana, y platicábamos de esto y aquello, la señora vive actualmente en Guadalajara, y eso dio mucho tema de conversación, sobre todo de el modo de vida y costumbres de la gente, política, corrupción, religión y fútbol. Había grandes diferencias pero coincidimos en algo: la desigual calidad de vida que sufre la juventud hoy en día, y no nos referíamos a la diferencia económica, porque esa es la parte obvia y que siempre salta a la vista, hablamos de la pobreza de valores.
Es decepcionarte como en dos estados tan separados y diferentes, están presentes las mismas carencias de autoestima y una falta de personalidad abrumantes, estamos de acuerdo que lo mas probable que se trate de una dolencia a nivel nacional. La gente joven y me refiero principalmente a los que se sitúan entre 12 a 20 años, muestran una ausencia tremenda de identidad, en increíble la dependencia extrema a la que son capaces de llegar, se imitan unos a otros y entre tantas imitaciones se han perdido en algún momento.
Volviendo al aspecto de la calidad de vida, cabe hacer notar dos aspectos interesantes, uno es que solamente cada persona podría definir su calidad de vida porque el concepto va tomado de la mano con búsqueda de la felicidad y solamente se pude lograr en lo individual, el otro aspecto a considerar es ¿Realmente conocerán estas personas ambientes adecuados que puedan propiciar esta felicidad si limitan a uno solo?. La pregunta esta en el aire.
Si consideramos que los patrones se repiten de padres a hijos, tenemos un problema en la educación que nos esta tocando dar a nuestros hijos y por otro lado estamos dejando en un predicamento a las nuevas generaciones que al no recibir una educación y ambiente adecuado para desarrollarse como personas ¿qué pueden ofrecerle a sus propios hijos algún día?
